domingo, 10 de fevereiro de 2008

Y claro, el día. Ese día. Que vino a dinamitar todo lo anterior y lo venidero, lo sucedido y lo que se venía. En septiembre, habiendo firmado el firmamento, cuando ya creía yo conversar con todas las divinidades de mi inconciencia.

sábado, 9 de fevereiro de 2008

Ro


He caminado un poco con el pecho agitado, como si dentro mío hubiese una paloma aletera. Es que fue eso, y eso después de lo otro, de la copa rota que apenas distrajo el labio herido. De lidiar con nuevos intentos reparativos, con esfuerzos y demases y blablases cordiales que en nada redimen el amor fruncido.

Y así, sin más, sin tantas contemplaciones ni pesambres, amnesiando torpes trazos a su paso, baja del aire esa tierna y rica cara tuya tan bonita.